lunes, 20 de mayo de 2013

Mundo Olvidado. La niña de ojos ambrar

     La vida en la arboleda comenzaban muy temprano en la madrugada. Antes de que los primeros rayos del sol penetraran las gruesas hojas de los arboles, ya todos los habitantes estaban listos para comenzar  con sus respectivas labores; todos, salvo por dos jóvenes que vivían en la parte mas alejada de la arboleda. Una de ellas ni siquiera estaba despierta y la otra luchaba para despertarla.

     Kapia estaba despierta desde hacia horas, ya se había vestido, preparado el desayuno y se encontraba lista para realizar su tarea de recolección de frutas y tubérculos por los alrededores de la arboleda; pero su querida y extraña hermana menor, seguía profundamente dormida.  Hanavi siempre , desde que su padre la trajo una tarde después de haber bajado a recolectar agua; había tenido problemas para despertarse en las mañanas, y la lucha para levantarla de la cama había quedado su  responsabilidad tras la muerte de su padre.

     Después de unos 10 minutos de tratar, se decidió por intentar el método mas efectivo, y a la vez el que Hanavi mas detestaba. La cama en la que dormía  su hermana era una hamaca, por lo que para despertarla lo mejor era soltar uno de los extremos y dejar que ella se precipitara contra el suelo. La cabeza de Hanavi sonó con fuerza cuando golpeo contra el suelo.

--  Ahora que estas despierta, apresúrate a bestirte, que ya deberíamos haber salido-- Sentencio Kapia, y antes de que Hanavi tuviera tiempo de replicarle por su rudimentaria forma de despertarla, salio de la pequeña habitación de su hermana.

    Cuando Kapia salio de la habitación, Hanavi volvió a colgar su cama y tenia la intención de acostarse  en ella de nuevo, pero sabia que si lo hacia Kapia recurriría a métodos mas violentos para sacarla de esta, así que apelando a la razón he ignorando la profunda somnolencia que sentía, se dispuso vestirse.  La ropa que usaba para dormir consistía en una tela suave al tacto que usaba para sujetar su busto y unos shorts de la misma tela, pero para salir a recolectar se coloca encima de estos un pareo hecho con fibras obtenidas de las hojas de los arboles mas altos y una camisa con mangas que llegaba por encima de sus codos. Finalmente se amarro su largo cabello; que llegaba hasta la base de su espalda; en una cebollita que sujetó con un lazo rojo. Una vez vestida salio de su habitación para encontrarse con su hermana que le entrego frutos secos en un  tazón y en otro una especie de avena.Cuando terminaron de comer, o mejor dicho, cuando Hanavi termino de comer, las dos hermanas salieron de su casa y se dispusieron a comenzar su tarea de recolección.

     Para moverse en la arboleda había una serie de puentes y sogas, pero una vez que salían de esta, se tenían que valer de su ingenio para desplazarse entre la infinidad de verde, y desplazándose de un árbol a otro, procurando siempre el no caerse y con los sentido puestos en evitar a los depredadores y encontrar la comida. El trabajo de recolección era uno de los mas tediosos, cansados y peligrosas de hacer, pero no había mejor dúo para esta labor que Kapia y Hanavi. La primera tenia un sentido de la vista y el oído muy desarrollados, lo que le permitían distinguir las frutas y tubérculos que buscaban desde grandes distancia y además detectar a los depredadores. La segunda tenia una fuerza que superaba incluso a la de muchos hombres que vivían en la arboleda, permitiéndole cargar con enormes y pesadas cargas de alimentos sin problemas; y además de esto, había algo en su presencia que hacia que la mayoría de las  bestias que vivían en la copa de los arboles, le huyeran como si se tratara del mas temido depredador de toda la jungla, tal ves esto se debía a la similitud del color de los ojos de Hanavi con el Yaikansu, tal vez era otra cosa. Cuando llegaba la hora de  regresar de la búsquedas, eran siempre el primer grupo en llegar y además el que traía la mayor cantidad.
 
     Terminadas esta tarea, las dos hermanas se separaron. Kapia se dirigió a la casa de la sanadora de la arboleda , de la que era aprendiz.  Mientras que Hanavi se fue a su casa, y comenzó a trabajar en un nuevo vestido que su hermana le pidió que le hiciera para lucirlo en la noche de luna llena.

    Una vez al año la luna brillaba en un singular color dorado. y sus rayos de luz traspasaban las gruesas hojas de los los arboles, iluminando toda la jungla con colores que que no existían en ningún otro lugar; y en esa noche tan especial se realizaba una enorme fiesta en la que la gente de la arboleda compartían un enorme festín y cantaban canciones para honrar a los dioses y a sus ancestros. Sin embargo el momento mas importante de aquella celebración era al terminar el banquete. Los jóvenes de que ya hubieran cumplido los 18 se disponían a bailar -en un lugar dispuesto en todo el centro de la arboleda, donde los rayos de la luna brillaban con mayor intensidad y nitidez- una danza ancestral que tenia como finalidad que se crearan parejas que serian las responsables de la próxima generación de Thasai que vivirían en esa arboleda.  La danza consistía en una complicada combinación de pasos y giros, al bailar se formaba una espiral en la que las parejas se iban intercambiando  unas con otras y según la tradición cuando los rayos de la luna se desvanecían las parejas que quedaban juntas debían permanecer así.

     Para esta tan esperada celebración solo quedaba un mes de distancia y Kapia le había rogado a su habilidosa hermana, que le confeccionara un vestido que fuera mas hermoso que ningún otro, para que le sirviera como un "amuleto" para poder encontrar un buen compañero. Hanavi  había comenzado a trabajar en el desde hacia muy poco tiempo ya que había tardado pensando en como lo diseñaría y mas importante aun, con que. Paso toda la tarde en la ardua tarea de cortar y coser  y para cuando Kapia regreso a casa, ya le faltaba muy poco para poder hacer la primera prueba.

      Dejando su tarea para el día siguiente Hanavi se dispuso a cenar junto a su hermana y luego las dos se fueron a dormir; o amenos eso hizo Kapia, pero una vez que Hanavi comprobó que ella esta sumida en el mundo de los sueños, se preparo para   salir de casa, tomo su arco y sus flechas, una navaja y se coloco una caperuza negra, para que la abrigara en la fría noche y salió en completo silencio. Como una sombra recorrió toda la arboleda hasta llegar a su centro, sin que nadie pudiera verla y finalmente salto de clavado en la fosa.

     Si cualquier otro Thasai estuviera en su posición, lo más seguro es que el miedo lo invadiera por completo, pero ella, que hacia esto cada luna nueva desde hacia ya mas de tres años, estaba en calma total; nado hacia la orilla y salio de la fosa. Se sentó un momento al borde un momento para  amarrar su cabello en una cola alta luego se levanto, dio la vuelta para internarse en lo mas espeso de la jungla, y hay esperándola estaba un enorme Yaikansu. Ella camino con calma hacia el, extendió su mano para acariciarle la cabeza y lomo, luego subió a este ultimo, y una vez que estuvo bien colocada sobe él comenzó a corre con todas sus fuerza; su cacera conjunta había comenzado. Casaron durante la mitad  de la noche y hacia la madrugada comenzaron ya ella había comido a su presa y el  terminaba con los restos que habían quedado, Hanavi adoraba la sensación que le producía cazar, cuando casaba se sentía que era realmente ella, que no tenia necesidad de reprimirse,  la casería era el único momento en que era totalmente libre.

     Desde el limite de la jungla, donde ellos solían comer, al terminar de cazar, se podía apreciar el enorme  desierto que era el mundo. El sol estaba a punto de salir por el horizonte, lo que significaba que ya era tiempo de regresar a la arboleda, los rayos del sol tardarían en iluminar la arboleda y ella llegaría hay mucho antes de eso, y en ese tiempo dormiría hasta que su hermana la levantara a la fuerza en la mañana. Como sabia que tenia tiempo decidió espera un poco mas para apreciar el sol salir, siempre que veía ese espectáculo la llenaba una sensación que antes siempre le hacia derramar lagrimas. Hanabi sabia que había llegado a la jungla caminado por el infinito desierto  y que el Yaikansu  que ahora casaba con ella la había salvado cuando callo desmallada a  unos metro de ese lugar. Cuando abrió los ojos otra ves estaba en casa del que seria su padre, su hermana había tratado las quemaduras de tenia en todo el cuerpo a causa de los rayos del sol.

      Fue así como comenzó su nueva vida y olvido todo lo referente a la vida que antes tubo, bueno casi too, lo único que podía recordar era una promesa que alguien le había hecho "Donde sea que estés yo te encontrare"  le había jurado. Esa era la razón por la que se quedaba hasta ver el amanecer, por la esperanza de ver a esa persona llegar del desierto justo como ella. No podía recordar quien le habia prometido aquello, ni su nombre, ni su rostro, o el sonido de su voz; pero sabia que un día cumpliría su promesa y ella lo esperaría hasta que llegara ese día llegara.

Su compañero gruño con fuerza para indicarle que ya era tiempo de volver y se levanto, ella lo imito y muro por ultima vez el horizonte antes de montarse en su lomo e internarse juntos a las profundidades de la jungla.


  

jueves, 9 de mayo de 2013

Mundo Olvidado. Prólogo

         Thalura es un planeta mayormente desértico, donde el agua es un recurso  indispensable para la supervivencia y a su vez el mas extraño y escaso de todos. Los humanos que habitan estas desérticas planicies,conocidos como los Thasai pasan la mayor parte del día en sus refugios en cuevas subterráneas, que se encuentran iluminadas por unos cristales en el techo de las mismas;  rara vez salen de día debido a la fuerza con las que inciden los rayos del sol; que son capases de causar graves quemaduras, si se ven expuestos a este por largos periodos de tiempo. Mas cuando el astro rey se esconde tras el horizonte, los hombres de las aldeas salen de las cuevas para cazar y buscar fuentes de agua.

       A pesar de el caluroso  clima de ente mundo existen lugares rebosantes de vida animal y vegeta. Esparcidas por el enorme desierto se encuentran las llamadas junglas, formadas por enormes arboles, con raíces  tan fuertes que son capases de escarbar entre las múltiples capas de la tierra, llegando así a los ríos subterráneos y obteniendo con gran facilidad todo los que necesitan, pudiendo así  crecer hasta alcanzar enormes tamaños, llegando tan alto que sus copas se pierden a la vista. Las raíces de estos arboles son tan grandes que sobre ellas se desarrolla  un fauna y flora muy variada, que no tiene comparación a la que existe en el desierto. Pero lo más partículas e importantes de estas junglas se encuentra justo en el corazón de las misma; justo en su centro se encuentra una enorme fosa de agua, de aproximadamente unos cien metros de longitud, de la cual dependen todos los seres vivos que habitan en la jungla. 

       En la copa de los arboles que rodean estas fosas, se pueden encontrar, a vese, otro tipo de asentamientos diferente al de los Thasai, conocidos como los Kaipasai. Estos viven en pueblos sobre las copa de los arboles,para mantenerse alejados de las peligrosas criaturas que  habitan cerca del suelo. Su astucia los ha llevado a desarrollar una complejo sistema de maquinarias para obtener  el agua de la fosa y suministrarla a todos los los habitante del pueblo, sin tener que siquiera tocar el suelo y obtiene sus alimento de los frutos y plantas que crecen el las copas y hacen trampas para atrapar a los pequeños animales que también moran en lo mas alto de la jungla.

         Pero sus estilos de vida no son lo único en lo que difieren los Kaipasai de los Thasai. La constante lucha por los recursos y su caluroso ambiente, causaron que los Thasai desarrollaran una musculatura   y visión nocturna superiores; sus pieles son de un color canela, para poder resistir la incidencia de los rayos del sol, cuando las cacerías se extienden más de lo previsto y se ven obligados a regresar a casa de día. Los Thasai en cambio, tiene una fisionomía mas esbelta y pequeña, que les proporcionan la agilidad necesaria para desplazase por la jungla; sumandole a esto tienen un desarrollado oído,  que les permite detectar depredadores a quilómetros de distancia, convirtiéndose así en su principal mecanismo de protección.
   
        Quizás la única similitud que existe entre los Kaipasa y los Thasai es su mutua ignorancia, como consecuencia de su temor a lo desconocido. Ya que por miedo a las criaturas extrañas que existen en la jungla, los Thasai, se alejan lo mas posible de ellas; y a su vez los Kaipasa, que temen el caminar por la tierra, no bajan jamas de los arboles y por consecuencia no salen de las junglas. De esta forma las dos razas han vivido separadas e ignorantes la una de la otra desde hace mas tiempo del que es posible recordar.

          Todo esto hasta aquel peculiar día, en el que , cuando la maquinaria que baja a recoger el agua necesaria para el consumo del pueblo, los ingenieros que supervisaban el proceso, vieron como un Yaikansu - la bestia mas temida de toda la jungla, no solo por su capacidad de cambiar de cambiar de forma, de una gran bestia con colmillos y garras afiladas, a la de una pequeña criatura que a simple vista parecía inofensiva, pero su mordida inyectaba un veneno tan potente que causa una muerte casi inmediata-  trajo sobre su lomo, a una niña, de no mas de 13 años, y la dejo al borde le la fosa.

          Uno de los ingenieros al ver alejare a la bestia, se las arreglo para llegar hasta ella y la llevo al pueblo. Estos acontecimientos habían ocurrido hacia ya casi 5 años atrás. Y es con esta niña, de piel color canela, cabellos oscuros y hermosos ojos color ámbar, convertida ya en una mujer, que da inicio esta historia.